El carbón vegetal se obtienen mediante el calentamiento de residuos vegetales, hasta temperaturas de entre 600 y 700 °C, en ausencia de aire.
Se cubre totalmente enormes pilas de leña con musgo y ramas verdes. Se enciende la leña por la parte inferior y se deja que arda unos días.
Finalmente se sube hasta la cima de la pila y se pisa. Si la capa superior se mantiene estable, sin tambalear, es señal que el carbón está ya listo.