Antes de utilizar la parrilla debemos limpiarla muy bien, que no queden restos de asados anteriores.
Seguidamente impregnamos la parrilla de aceite, de esta manera será más difícil que el pescado se pegue o se rompa.
Para pescado enteros en conveniente el uso de una besuguera; la besuguera nos permite dar la vuelta al pescado sin riesgo de rotura.
Debemos seleccionar pescados idóneos para asar en parrilla. Como consejo general puede decirse que los pescados ideales son aquellos de carne firme como por ejemplo: sardinas, chicharros, lubina, besugos, salmón o atún.
El pescado requiere una temperatura de brasa media, ni muy fuerte ni muy baja. La temperatura de las brasas dependerá del tamaño del pescado: a mayor tamaño, menor temperatura; y viceversa.
El pescado debe de estar seco y es conveniente mantener la piel del mismo. La piel nos ayuda a sellar el pescado y mantener todos sus jugos.
Para ver si el pescado está bien cocinado podemos comprobar si se rompe fácilmente al pincharlo.
Importante, el pescado una vez sacado de la parrilla continúa haciéndose un poco más.