En toda barbacoa lo más importante son las brasas. El poder de unas buenas brasas se refleja directamente en la calidad de lo que comeremos. La mejor pieza de carne puede quedar destrozada con unas brasas descontroladas.
Por eso hay que prestar atención a como me comportan las brasas mientras se cocinan nuestras comidas. Y no es tarea muy complicada más si se conocen estos tres ingredientes para gobernar las brasas, son tres cosas que fácilmente puede llevar cualquiera a una barbacoa:
- Aceite
La grasa actúa como acelerante en un fuego. Por ello si rociamos ligeramente con aceite esos leños verdes o troncos que no terminar de coger fuego, prenderán. Echar con moderación, que si nos pasamos, se estropeará la lumbre. - Sal
A veces la llama se descontrola o no termina de convertirse en unas rojas brasas. Otra cosa habitual es que las carnes suelten grasa que aviva las llamas al prenderse fuego. En ambos casos basta con echar un poco de sal al fuego para controlar la llama. - Patatas fritas
En determinadas ocasiones sin pastillas, cuesta conseguir la fuerza necesaria para que los troncos comiencen a coger fuego. En esas ocasiones, las patatas fritas pueden hacer las veces de pastillas, puesto que combustionan muy bien.
Y si por casualidad llevamos romero encima, tendremos un repelente natural contra insectos y un buen aroma alrededor de las brasas. Basta con echar unas hojas sobre las brasas 🙂
